Trata de la influencia que están ejerciendo sobre la investigación en comunicación la  presión y locura por publicar en revistas de impacto.

En el artículo se analizan las peculiaridades del caso español, que comparte algunos rasgos comunes con las tendencias globales, al tiempo que aporta unos elementos particulares. El “efecto ANECA”, las siglas de la agencia de evaluación de sobra conocida por los/as investigadores/as que trabajan en España, se hace notar, entre otras cuestiones, en la mercantilización del conocimiento producido y en la pérdida de espacios para el pensamiento crítico.

Es la crónica de una mercantilización anunciada, expresión con la que se hace  un guiño a G. García Márquez. Lo que iba a pasar (con la llegada de Bolonia, ANECA, etc.) era fácilmente previsible. No así los cómos, las formas en que este proceso se está materializando.

Walter Benjamin, con sus reflexiones sobre el fetichismo de la mercancía, y Wallerstein, con su análisis estructural del sistema-mundo, vienen en  ayuda teórica de los autores para fundamentar el trabajo.

El  análisis incorpora también propuestas en la parte final. Entre otras, la necesidad de recuperar el espacio perdido (y cedido) al mercado para diseñar políticas nacionales de ciencia que sean alternativas a las que pretenden imponer los grandes grupos editoriales.

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